TARTA DE MANZANA

By 14 diciembre 2014




Lo prometido es deuda. Aquí te traigo la receta de una clásica tarta de manzana para una fría tarde de domingo. 

Bueno, ya se sabe que de tartas de manzanas hay tantas variantes como variedades de la fruta existen en el universo... Esta es una de ellas. lo que para mi gusto hace especial esta tarta es el sabor y textura de la masa. Ese contraste del crujiente de la masa horneada, con el dulzor del relleno de compota de manzana y las láminas finas coronando la tarta con un suave glaseado de albaricoque... uhmm... delicious!!!

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Ingredientes
500 g. de pasta azucarada (ver receta aquí)
12 manzanas Golden
85 g. de azúcar
30 g. de mantequilla
65 ml. de glaseado de albaricoque

para glaseado de albaricoque
100 g. confitura de albaricoque
½ vaso de agua

Seguimos las indicaciones para preparar la pasta azucarada y tenerla lista cuando vayamos a ponernos a hacer la tarta.

Sacamos la pasta de la nevera unos 30 minutos antes para que esté a temperatura ambiente. Enharinamos una superficie lisa donde extendemos la pasta y la estiramos hasta conseguir un grosor de 3 mm aproximadamente. Cogemos un aro para tartas y cortamos la pasta con un diámetro de un poco mayor que la medida del aro. Colocamos el aro en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, ayudándonos con los dedos índice y pulgar de ambas manos vamos colocando la pasta dentro del aro, con cuidado de no romperla y tratando que queden los bordes pegados al contorno del aro. Metemos en la nevera un par de horas.

Precalentamos el horno a 170ºC. Colocamos papel de hornear encima de la pasta que sacamos de la nevera, echamos unos garbanzos encima del papel para que haga peso sobre la masa. Horneamos durante unos 30 minutos, hasta que se empiece a dorar la masa. Retiramos el peso y el papel y dejamos enfriar.

Bajamos la temperatura del horno a 150ºC. Pelamos y descorazonamos 5 manzanas, las cortamos en dados y la metemos en una cazuela pequeña con la mantequilla y el azúcar. Hacemos un puré de manzanas y lo dejamos enfriar.

Pelamos, quitamos el corazón y cortamos a lo largo en rodajas finas el resto de manzanas.

Extendemos el puré de manzanas de manera uniforme por la base de la tarta y vamos colocando armoniosamente las láminas de manzanas, formando círculos, desde fuera hacia el centro de la tarta. Terminamos haciendo un montículo en el punto central con todas las manzanas restantes.

Metemos al horno por espacio de 1 hora, o un poco más hasta que se vea dorada la manzana. En ese tiempo preparamos el glaseado de albaricoque; simplemente ponemos en un cazo el poco de agua con la confitura y diluimos a fuego suave, hasta conseguir una consistencia almibarada. Lo pasamos por un colador.

Una vez lista la tarta, la retiramos del horno y la untamos de inmediato del glaseado de albaricoque templado.

Servimos la tarta templada acompañada de una bola de helado de vainilla o un poco de crema chantillí.

Espero que te guste.

Esta receta la vi en Pasteles del mundo de Roger Pizey



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