CROQUETAS DE SOLOMILLO DE PAVO Y CHAMPIÑONES
Las croquetas lo mismo sirven para un aperitivo que para una cena con una buena ensalada. A mi me encantan, es uno de mis aperitivos preferidos. Me gustan las que tienen un sabor intenso (queso cabrales y cecina, por ejemplo) o las de toda la vida (de pollo, queso suave o jamón), las variantes que admiten para su relleno son infinitas. Y a mi me gustan todas.
Me gustan tanto que recuerdo de pequeña me las arreglaba para, cucharadita a cucharadita, hacer mermar la masa dispuesta, por mi madre o mi abuela, en una fuente para que templara. Era capaz de dejar sin aperitivo a media docena de comensales... Qué buenas las croquetas de mi madre!... y qué perfectas, da igual que las haga en tamaño XL, que en formato de bocado, unas mini-croquetas, son milimétricas.
Me gustan tanto que recuerdo de pequeña me las arreglaba para, cucharadita a cucharadita, hacer mermar la masa dispuesta, por mi madre o mi abuela, en una fuente para que templara. Era capaz de dejar sin aperitivo a media docena de comensales... Qué buenas las croquetas de mi madre!... y qué perfectas, da igual que las haga en tamaño XL, que en formato de bocado, unas mini-croquetas, son milimétricas.
Ojalá pronto pueda hacer un post con sus croquetas, significará que estamos juntas, aquí o allí, da igual el sitio. Eso sí, disfrutando de estar juntas y de lo que nos apasiona: la cocina.
Hasta entonces, salvando las distancias con las de mi madre, estas que comparto hoy han quedado sabrosas. La acompaño de una mayonesa casera, con un toque de salsa de soja,... uhmm... veneno, veneno!!! - como dice una amiga.
Nos ponemos el delantal y a disfrutar...
Ingredientes
(para solomillo en salsa)
1 filete de solomillo de pavo
2 champiñones
½ cebolla
aceite de oliva
vino blanco
sal y pimienta
(para bechamel)
25 g de mantequilla
aceite de la salsa del solomillo
3 c/s de harina de trigo
½ litro leche entera caliente
nuez moscada
sal y pimienta
(para el rebozo)
2 huevos
harina
pan rallado
Pelamos la cebolla y cortamos en brunoise. Limpiamos los champiñones, quitamos el tallo y cortamos también en dados muy pequeños. Salpimentamos el filete de solomillo.
Ponemos una sartén a fuego medio y echamos un par de cucharadas de aceite de oliva, cuando esté caliente incorporamos el filete dorándolo un par de minutos por ambos lados, añadimos la cebolla, la dejamos dorar un poco, vertemos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol. Por último, añadimos los champiñones y dejamos a fuego muy suave unos pocos minutos más. Apagamos y apartamos para que se enfríe un poco antes de manipularlo.
En una cazuela pequeña o en la misma sartén, echamos la mantequilla y un poco de la salsa del solomillo. Incorporamos la harina cuando veamos que la mantequilla está fundida. Con una cuchara de madera removemos y mezclamos, hasta que la harina adquiera un color tostadito (sin pasarnos). Salpimentamos un poco, teniendo en cuenta que la salsa y el solomillo le aportarán mucho sabor. Poco a poco añadimos la leche caliente, sin parar de remover, hasta que la mezcla empiece a espesar. Rallamos un poco de nuez moscada por encima y añadimos el solomillo desmenuzado. Seguimos cocinando la masa, a fuego medio, hasta que se despegue de los laterales o se separe lo suficiente para que puedas ver el fondo de la sartén. Apartamos del fuego y pasamos la masa a un plato o fuente para que se enfríe.
Batimos los huevos y los salpimentamos, ponemos el pan rallado en un plato y un poco de harina en otro. Vamos tomando porciones de la masa, formando bolas bien redonditas o dando la forma de las croquetas de siempre. Las pasamos por la harina, por el huevo, escurrimos el exceso de éste y pasamos por el pan rallado. Envolvemos bien y dejamos en un plato aparte, así hasta tener todas las croquetas formadas. Si queremos un resultado perfecto, repetimos el rebozado de huevo y pan rallado.
Una vez listas con el segundo rebozo, ponemos una sartén con suficiente aceite para freírlas. Cuando esté caliente vamos friendo las croquetas por tandas, sin echar muchas a la vez, para que no disminuya la temperatura del aceite. Cuando las veamos doradas las sacamos y dejamos sobre un colador con papel absorbente.
Ya están listas las croquetas!!! Lo dicho: ricas para tomar de aperitivo y perfectas con una ensalada para una cena ligera.
Espero que te gusten.
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