Ya estamos en Carnaval, fechas de excesos, de mucha bebida, mucha comida y sobre todo muuuucha fiesta. Tuve la suerte de vivir casi diez años en Tenerife y de ver y sentir cómo viven los carnavales los tinerfeños: con auténtica pasión... No en vano están considerados de los mejores carnavales del mundo. 

Desde aquí les deseo a todos unos felices carnavales, en especial a mi familia canaria. Traigo una receta típica y muy fácil de elaborar. Tengo muy gratos recuerdos de cuando las comía de pequeña hecha por mi abuela o por mi madre, sólo que en Cuba se les llamaba "Chiviricos".

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Colocamos la harina en un bol, abriendo un agujero en el centro, donde añadiremos el huevo, la sal, el vino, el azúcar y la mantequilla derretida. Con las manos limpias removemos todos los ingredientes desde las paredes del bol hacia el centro, incorporando y amasando hasta obtener una masa homogénea. Añadimos un poquito de agua y seguimos amasando un poco más. Cuando tengamos una masa suave y elástica la dejamos reposar alrededor de una hora en la nevera.

Sacamos de la nevera y cogemos pequeñas porciones de masa que estiraremos con la ayuda de un rodillo de cocina u otro utensilio adecuado, intentando que nos quede la masa lo más fina posible, da igual las formas. Freímos en abundante aceite caliente y sacamos de la sartén cuando se vean doradas. Las colocamos sobre papel absorbente y espolvoreamos con azúcar cuando aún estén calientes.

Ya están listas las orejas de carnaval.