Desde ayer estamos esperando que nieve. Tanto anunciarla que la pobre se ha sentido intimidada y se ha espantado... Lo que es llover, granizar y unas temperaturas un pelín gélidas para mi gusto ;-), ... eso sí que no ha faltado.

Por eso, y porque el pinche-fotógrafo fue de concierto anoche con unos amigos y hoy está un poco "perjudicado", he pensado que nada mejor para reponer fuerzas y entrar en calor, que una sencilla y rica sopa de ajo.

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Ingredientes

1 ½ litro caldo caliente

4 dientes de ajo 

rebanadas de pan del día anterior

1 c/s pimentón de La Vera

1 guindilla (opcional)

 huevos (1 por ración)

aceite de oliva virgen extra

sal 

Pelamos y cortamos los ajos en láminas y el pan en rebanadas muy finas. Ponemos en una cazuela a fuego medio unas cucharadas de aceite de oliva, añadimos el ajo y dejamos dorar un poco, teniendo cuidado no se nos queme. Si nos gusta el picante, añadiremos en este momento la guindilla.

Cuando los ajos estén dorados incorporamos las rebanadas de pan y removemos hasta que se tuesten un poco. Añadimos la cucharada de pimentón de La Vera y dejamos que tome un poco de calor, que se tueste para que desprenda todo su sabor. Seguimos removiendo para evitar que se nos queme el pimentón y nos amargue la sopa. 

Apartamos un momento la cazuela del fuego, añadimos el caldo bien caliente y un poco de sal. Bajamos un poco la intensidad del fuego dejándolo suave, colocamos la cazuela con la sopa a cocer por unos 20 minutos, tratando que no hierva en ningún momento. Verificamos el punto de sal y trituramos con una batidora. Si preferimos una textura más fina, podemos pasar la sopa por un chino o colador.

Para el huevo poché: ponemos un poco de agua a hervir y en un trozo de film transparente ponemos un huevo crudo con un poquito de sal y pimienta. Unimos con cuidado las puntas del film y hacemos una bolsita, cerrándola con un hilo de cocina o con un trozo del mismo film. Introducimos el paquetito en el agua hirviendo, alrededor de 4 minutos, pasados los cuales lo sacamos y lo ponemos en un bol con agua fría para detener su cocción. Cortamos el hilo que cierra el paquetito del huevo poché y con cuidado vamos retirando el film. Ya tenemos un huevo que tendrá cocida la clara, y suave y cremosa la yema.

Ya tenemos la sopa lista para emplatar. Una sopa cremosa, muy reconfortante, bien acompañada con el huevo, el jamón serrano cortado en trocitos pequeños, con un crujiente de migas de pan tostadas y si nos apetece un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Espero que te guste.

Nota: Se puede hacer con agua pero, evidentemente, con un buen caldo sabe muchísimo mejor. Si se nos queman el ajo o el pimentón, tenemos que desechar todo, porque una vez pasados de cocción ambos aportan un sabor nada agradable. Por eso, tened especial cuidado en ese paso.

Yo, el papel film, lo unto un poco con aceite de oliva, antes de cascar el huevo en él. Eso, además de aportarle sabor al huevo, hace que la labor de retirar el film sea mucho menos engorrosa. Hay que tener en cuenta que si vamos a hacer varios paquetitos de huevo tenemos que echarlos a al vez y empezar a contar los 4 minutos cuando el agua vuelva a empezar a hervir.

La peineta se hace quitando la corteza del pan, colocando la miga entre dos tiras de papel de horno y aplastando con un rodillo de cocina. Se pone a tostar en una sartén bien caliente. Cuando se enfríe retiramos con cuidado el papel y tenemos lista nuestra hermosa peineta ;-)