La combinación de frutos secos con los cítricos, tan usada por los árabes, deja patente una vez más que confiere un sabor espectacular a las recetas.

A pesar de que los pistachos que solemos encontrar normalmente en los mercados no tienen el color y sabor tan intenso de los que seguramente se pueden adquirir en cualquier mercado de un país árabe, al final nos apañamos bastante bien con los que tenemos a mano. El  resultado es este delicioso y esponjoso bizcocho, con mucho sabor a frutos secos y a cítricos.

No dejes de probar hacer esta receta que es, además de sabrosa y sana, muy fácil de hacer. Sólo te puedo decir que en lo que tardé más tiempo fue en pelar los pistachos porque el resto fue rodado. Claro que si tienes cerca unos niños ociosos puedes pedir ayuda. Te aseguro que no te arrepentirás.

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Ingredientes

(para el bizcocho)

120 g. de mantequilla blanda

175 g. de azúcar

120 g. de harina

3 huevos

pizca de sal

½ c/p de levadura en polvo

120 g. de pistachos pelados y picados

ralladura de un limón y de una lima

zumo de un limón

(para el almíbar)

100 g. azúcar

100 ml de agua

una lima y un limón cortados en rodajas

Precalentamos el horno a 160ºC y preparamos un molde redondo (usé uno de 20 cm, aunque el ideal es de 16 cm) lo engrasamos y forramos con papel sulfurizado.

Mientras, vamos a preparar el almíbar, ponemos el agua con el azúcar en una cazuela pequeña a fuego lento, llevamos a ebullición y lo dejamos hervir un minuto más, removiendo constantemente. Retiramos del fuego y dejamos enfriar. Echamos las rodajas de la lima y el limón dentro del almíbar y ponemos a fuego lento durante unos 10 minutos o hasta que se consuma casi todo el almíbar y queden las rodajas bien escarchadas. Las escurrimos y colocamos separadas sobre un plato.

Ahora vamos con la masa del bizcocho. Con la ayuda de una batidora eléctrica o Kitchenaid, mezclamos la mantequilla blanda con el azúcar, hasta obtener una crema ligera y esponjosa. Añadimos los huevos ligeramente batidos, de uno en uno (no añadiremos el segundo hasta que el anterior esté bien incorporado en la mezcla).

Añadimos los ingredientes secos: la harina tamizada con la pizca de sal y la levadura en polvo. Incorporamos dos tercios de los pistachos que previamente habremos pelado y cortado en trozos no muy pequeños. Incorporamos las ralladuras de limón y lima y el zumo de limón. Lo mezclamos todo muy bien y lo vertemos en el molde que tenemos preparado. Aplanamos un poco la superficie y colocamos encima las rodajas de la lima y limón que escarchamos y los pistachos que nos quedan, esparcidos por toda la superficie.

Metemos el molde en el horno por espacio de 40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, éste salga limpio. Lo dejamos enfriar y desmoldamos. Ya está listo para probar. 

Lo podemos acompañar de un rico y aromático té de menta.

Espero que te guste.

Nota: Cuando hacemos recetas de repostería es tan importante seguir los pasos y medidas a rajatabla, como usar los moldes que se recomiendan, esto garantiza un resultado espectacular. En este caso al no tener un molde de 16 cm y los de 18 cm que tengo ser un poco bajos, opté por uno de 20 cm. Aunque el bizcocho quedó muy bueno de sabor y muy esponjoso, la verdad es que si hubiese tenido el molde de 16 cm la altura no se hubiera visto afectada. Nada, tendré que darme un paseito por Amazon, para aumentar el menaje de repostería casera :-)

Esta receta la vi en Pasteles del mundo.