CERDO AL HORNO (Receta de la abuela Marta)
Cuando por circunstancias de la vida nos vemos en la tesitura de alejarnos de la familia, de los amigos y del sitio donde hemos nacido, una de las cosas que más echamos de menos y que aún con el paso de los años permanece intacto en nuestro recuerdo, es el sabor de los platos de los que disfrutábamos con nuestros seres queridos.
Los seres humanos añoramos las croquetas de nuestras abuelas, como si todas las abuelas del mundo fueran buenas cocineras "per se", y ninguna croqueta que probemos en nuestras vidas nos deleitara las papilas al nivel de las genuinas.
Así me pasa a mi con las piernas de cerdo asadas por mi madre, tan jugosas, tan tiernas, con tanto sabor y sobre todo, con esa corteza super-crujiente,... Mmmm... ¡¡ lo máximo!! La diferencia es que mi madre SÍ es una buena cocinera, je je...
Esta no es la manera tradicional de asar una pierna de cerdo al estilo cubano; en Cuba se hace un majado con ajos, naranja agría, orégano, etc... y se deja la pieza adobando toda la noche antes de proceder al horneado. La preparación ya en sí es una fiesta. Recuerdo sentarnos toda la familia, alrededor de una mesa, de cháchara, mientras pelábamos cabezas de ajos para luego preparar el adobo de un "puerco" que luego quedaría toda la noche remojado en ese exquisito mejunje.
Esta forma es mucho más sencilla, por sus ingredientes y por los tiempos, y la verdad es que queda igualmente deliciosa. Por ello quiero compartirla, previa autorización de su creadora: mi generosa mamá.
Esta forma es mucho más sencilla, por sus ingredientes y por los tiempos, y la verdad es que queda igualmente deliciosa. Por ello quiero compartirla, previa autorización de su creadora: mi generosa mamá.
Nos ponemos el delantal y a disfrutar...
Ingredientes
pierna de cerdo
pimienta y sal
aceite de oliva
pimienta y sal
aceite de oliva
Precalentamos el horno a 300 ºC.
Salpimentamos generosamente la pierna de cerdo y untamos muy bien con un poco de aceite, sin excedernos.
Metemos al horno, inicialmente con la temperatura muy alta hasta que veamos que la corteza empieza a tomar un pronunciado color dorado. Este paso es importante para que quede super crujiente.
Cuando veamos que ha tomado color, bajamos la temperatura del horno a 100 ºC y dejamos hornear así despacio y a muy baja temperatura, unas tres horas (dependiendo del tamaño de la pieza). Este paso hace que la carne quede jugosa y suave por dentro.
Para comprobar que está listo, tratamos de girar el hueso hacia ambos lados, teniendo mucho cuidado de no quemarnos. Si el hueso gira sin mucha resistencia la pierna está lista para presentar a la mesa. Podemos presentarla tal cual y trincharlo "in situ" después de retirarle la corteza, o podemos preparar una bandeja con las masas de cerdo ya dispuestas.
Espero que te guste.
Nota: Evidentemente la prueba final es retirar un trocito pequeño (que no note nadie) y degustarlo a escondidas del personal, ... mmm... esas son las mejores masitas de cerdo que vas a comer,... jeje
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