ALITAS DE POLLO EN SALSA TERIYAKI
La salsa teriyaki es una salsa japonesa, con sabor dulzón, consistente en una mezcla de salsa de soja, mirin, azúcar y sake (u otro tipo de alcohol). Su nombre proviene del brillo que adquiere la carne al ser untada varias veces con ella (teri) y la forma en que se suele cocinar, asada (yaki).
En Japón es muy común comer unas brochetas de pollo con verduras que se conocen como yakitori o kushiyaki, que son asadas a la parrilla untadas de salsa teriyaki y como acompañamiento de una cerveza. Son lo más parecido a los pinchos españoles.
Hacer una salsa teriyaki en casa no es nada complicada pero en este caso vamos a utilizar la que venden en supermercados, que da muy buen resultado y nos permite reducir tiempos. Por si quieres una referencia, yo utilizo la teriyaki de la marca BLUE DRAGON o KIKKOMAN. Hoy haremos unas alitas pero podemos utilizar pechugas cortadas en dados, o muslos deshuesados ensartados en pinchos.
No voy a decirte más que si pruebas estas sabrosas alitas glaseadas vas a querer repetir.
Nos ponemos el delantal y a disfrutar...
Ingredientes
alitas de pollo
salsa teriyaki
1 c/p jengibre fresco rallado (o en polvo)
ralladura de lima
zumo de 1 lima
1 cebolla morada
aceite de oliva
sal
1 c/p de azúcar
pimienta negra recién molida
cilantro para adornar
Mezclamos la ralladura de lima con el zumo, el jengibre, el azúcar y la salsa teriyaki, removemos y reservamos.
Limpiamos y secamos bien las alitas, desechamos las puntas y salpimentamos ligeramente; hay que tener cuidado porque la salsa aporta mucho sabor.
Ponemos las alitas en un bol de cristal y vertemos encima la marinada. Introducimos en la nevera preferiblemente toda la noche, y removemos un par de veces, para colocar las que están en el fondo hacia arriba y viceversa. para que todas se impregnen bien de la salsa.
Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén y freímos las alitas por tandas, poco a poco, a fuego medio, para que se hagan bien sin que se tuesten demasiado. A medida que se vayan friendo, escurrimos en un plato aparte, hasta que estén todas listas.
Retiramos el aceite de la sartén, volcamos las alitas y las cubrimos con la marinada, dejamos cocer unos minutos hasta que las alitas se glaseen, adquieran un color dorado intenso y la salsa se espese.
Servimos con arroz blanco, adornamos con cebolla morada cortada muy fina y unas hojas de cilantro fresco.
Son fáciles, deliciosas y ya te advierto que enganchan.
Espero que te gusten.
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