Se cumple un año desde que comencé a dejar constancia escrita de mis actividades en la cocina. Mi primer post fue una crema de calabaza asada que me encanta y a la que recurro cuando  necesito recomponer el cuerpo en tiempos fríos y desapacibles. 

En estos meses apetece tanto estar en casa, arropaditos en el sofá, cocinando y disfrutando en familia que sólo te vienen a la cabeza recetas de cremas, sopas y como no, también un buen CRUMBLE DE MANZANAS templado y bien acompañado de una suave crema inglesa. 

Este postre es fácil de hacer y te puede servir para llevar a una cena de las muchas que se nos avecinan. 

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Ingredientes
(para el crumble)

1 kg de manzanas reinetas
150 g de moras o frambuesas
175 g azúcar glas
zumo de ½ limón
175 g de harina
150 g de mantequilla fría en dados
1 c/t de ralladura de nuez moscada
50 g de copos de avena

(para la crema inglesa)
2 c/p de maicena
30 cl de leche entera
30 cl de crema de leche
1 vaina de vainilla
4 huevos

Precalentamos el horno a 180 ºC.

Pelamos y descorazonamos las manzanas. Las cortamos en rodajas gruesas y ponemos en una fuente apta para horno. Incorporamos las moras o frambuesas, esparcimos una cucharada de azúcar por encima, el zumo de medio limón y removemos para que se mezclen los sabores.

Ponemos la harina en un bol y añadimos la mantequilla fría, cortada en dados. Con las manos mezclamos los ingredientes, aplastando la mantequilla y aireando un poco la harina, hasta conseguir una textura de pan rallado. Espolvoreamos la ralladura de nuez moscada, incorporamos 100 gramos de azúcar y los copos de avena, removemos bien y cubrimos uniformemente las manzanas con esta mezcla. Introducimos la fuente en el horno unos 50 minutos, hasta que la cobertura se vea dorada y crujiente.

Aprovechamos el tiempo de horneado para preparar la crema inglesa. Separamos las yemas de las claras de huevo, que guardaremos para otra preparación. Diluimos la maicena en un poco de leche. Ponemos en un cazo la leche restante con el azúcar, la crema de leche, la maicena diluida y las semillas de vainila, removemos, añadimos las yemas y batimos para que se mezclen bien todos os ingredientes.

Ponemos el cazo en el fuego, a intensidad baja, y llevamos a ebullición sin dejar de batir con una varilla manual, hasta que consigamos una crema ligeramente espesa.

Una vez listo el crumble lo presentamos en la mesa en la misma fuente, aún templado, acompañado de la crema inglesa para que cada comensal se sirva a su gusto.



Espero que te guste.