El pan con frita para los cubanos es lo que la tortilla española para los españoles. La frita es la reina de la comida rápida que se vendía en Cuba desde principios del siglo pasado (sobre todo en La Habana). Hay muchas referencias literarias del Pan con frita cubano, de sus ingredientes y elaboración, y de sus ilustres consumidores. Hay constancia de que por allá por los años 30, en su viaje a La Habana, García Lorca fue uno de ellos.

Recuerdo que de niña era de las pocas cosas que podías consumir en las cafeterías, eso y las croquetas que también solían despacharse acompañadas con pan. Tengo especial recuerdo de las fritas que vendían en "La Estrellita", una cafetería que quedaba de paso en el camino que tuve que hacer desde pequeñita, que iba a la guardería, hasta que terminé la primaria. No serían las mejores pero me las servían con tanto cariño, y además volvía a casa con tanta hambre a las cinco de la tarde, que las fritas con pan me sabían a gloria.

Si otras veces me quejo porque me resulta complicado encontrar un aguacate en condiciones, hoy debo decir que tengo muchísima suerte de vivir en Asturias, aquí los productos que se necesitan para hacer esta receta son de primerísima calidad, la ternera y el picadillo de chorizo asturianos son reconocidos y codiciados dentro y fuera de las fronteras peninsulares.

Nos ponemos el delantal y a disfrutar...

Ingredientes

500 g de carne de ternera molida

250 g de picadillo de chorizo

¼ pimiento rojo

¼ cebolla

1 c/s de hojas de cilantro picado

sal y pimienta

 

patatas fritas

 

Pelamos las patatas y cortamos a la juliana. Las dejamos en un bol cubiertas con agua bien fría y sal.

 

Pelamos la cebolla y el pimiento y trituramos. Cortamos las hojas de cilantro. Mezclamos la carne de ternera con el picadillo de chorizo, las verduras y el cilantro. Salpimentamos y removemos muy bien para que se integren todos los sabores.

 

Preparamos la plancha para que coja temperatura. Cogemos porciones de la mezcla como si fuésemos a hacer unas hamburguesas pequeñas. Aplastamos ligeramente y presionamos por una de las caras, con el dedo índice, para hacer un cráter (sólo en una de las caras).

 

Colocamos las fritas en la plancha con el cráter hacia arriba, las dejamos hacer por esa cara un par de minutos y damos la vuelta cuando se separen fácilmente de la plancha. Dejamos otro par de minutos y retiramos del calor, seguimos así hasta tenerlas todas listas.

 

Mientras se van haciendo las fritas nos ponemos a preparar los panecillos, abriéndolos a la mitad y echando un poco de salsa de kétchup y de mostaza en el pan que va de base. Freímos las patatas.

 

Colocamos una frita por cada panecillo, con un poco de patatas encima, y cerramos con la otra mitad del pan. Podemos pinchar con un palillo para mantenerlos bien sujetos, además de que resulta más vistoso. Si te sobran patatas puedes poner un montoncito para cada comensal.

Espero que te guste.

 

Nota: Son ideales para presentar como aperitivo o tentempié, para fiestas o cumpleaños infantiles. Si la haces en un tamaño más grande puedes presentarla incluso en un pan de hamburguesa clásico o en un Thins acompañada de hojas de ensalada, aunque las auténticas fritas de mi niñez no llevan nada, sólo pan.