BISCOTTIS
Hoy tuvimos un día completito. A primera hora gimnasio, después de dos semanas sin pisarlo a cuenta de una caída tonta y dos rodillas magulladas. Luego vermut y algo de picoteo para estirar el domingo lo máximo... Al llegar a casa sólo faltaba entrar en la cocina para adelantar la comida del lunes (conejo en salsa) y ya de paso aprovechar para hacer algunas "golosinadas" para el desayuno de los chicos.
Estos biscottis son fáciles y rápidos de preparar y cuando están recién salidos del horno tienen un olor que te incitan a comértelos todos.
Nos ponemos el delantal y a disfrutar...
Ingredientes
2 huevos camperos
2 cc de esencia de vainilla
2 huevos camperos
2 cc de esencia de vainilla
220 g de harina
1 cc de levadura en polvo Royal
175 g de azúcar glas
½ cc de canela en polvo
250 g de almendras crudas peladas
½ cc de canela en polvo
250 g de almendras crudas peladas
Precalentamos el horno a 180 ºC. Preparamos una bandeja cubriéndola con papel sulfurizado.
Batimos los huevos con la esencia de vainilla en un cuenco y reservamos. Cortamos las almendras en trozos gruesos y reservamos, dejando unas pocas enteras.
En un bol mezclamos la harina tamizada con la levadura, la canela, el azúcar y las almendras. Añadimos los huevos batidos y removemos hasta conseguir una masa consistente que no se nos pegue demasiado a las manos.
Espolvoreamos un poco de harina sobre una superficie lisa y limpia y trabajamos la masa con delicadeza para conseguir dos cilindros. Si vemos que se nos pega un poco a las manos podemos echarle un poco más de harina espolvoreada por encimas. Cuando estén listos los colocamos en la bandeja, separados porque crecen un poco, espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima y horneamos unos 25 minutos. Retiramos del horno y bajamos la temperatura a 160 ºC.
Dejamos que se enfríen los rulos y con un cuchillo de sierra cortamos en rebanadas de un centímetro de grosor. Colocamos las rebanadas nuevamente en las bandejas e introducimos en el horno unos 15 minutos más para que queden bien crujientes. Retiramos del calor y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Ya tenemos unos deliciosos biscotes para merendar o acompañar un rico café con leche en el desayuno.
Espero que te guste.
Nota: Recuerda guardarlas en un bote hermético para que no pierdan esa textura crujiente tan deliciosa.
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